Tortillas de maíz y sus chips

Para mi primera entrada después de las vacaciones he elegido una cosa fácil, ligerita e inofensiva, incluso para niños, que además me permite utilizar una harina de maíz molida a la piedra que compré en Asturias: unas tortillitas de maíz que hacía tiempo que quería hacer y, de paso, unos chips o Doritos, que así nos entendemos todos. Una cosita para abrir boca con la que he podido estrenar mi requetemonísima prensa Kua... un caprichito que me di hace meses y que reconozco que aún no había estrenado. Es que me pirran los cacharrines de cocina.


La receta la he tomado de aquí (ojo a la traducción macarrónica de algunos fragmentos, para partirse o llorar, según se mire). Al grano:

Tortillas de maíz

• 100 g de harina de trigo (usé la harina de trigo negrillo de la que hablé aquí)
• 130 g de harina de maíz
• 40 g de mantequilla
• 1/2 cucharadita de azúcar (o 1/4 de fructosa o similar)
• 1/2 cucharadita de sal marina
• 1/2 sobre de levadura química
• 120 ml de agua tibia
  

Se mezclan los ingredientes sólidos, cerniendo las harinas si estuvieran muy apegotonadas, y se añade la mantequilla a temperatura ambiente cortada en cubitos. Se amasa la mantequilla con los sólidos con la punta de los dedos, hasta conseguir la consabida consistencia arenosa. Entonces se añade el agua y se forma una masita que se deja reposar unas dos horas, para que todo se hidrate bien.


Una vez reposada la masa, se amasa un poquito más, se forma un cilindro y se cortan 10 porciones más o menos iguales. Se hace una bola con cada porción y a continuación, si sois afortunados como yo, con cada bolita hacéis una linda tortilla en la prensa. Si no tenéis la prensa, pues hacéis las tortillas con un rodillo y en paz, hasta un tamaño de 10-12 cm. Pienso que las tortillas de las tiendas son más grandes, pero yo no podía dejarlas muy finitas, porque se me desmoronaban (me cargué dos tortillas finas al ponerlas en la sartén). Supongo que hay muchos tipos de harina de maíz y dudo de que una harina asturiana se parezca a la utilizada en Méjico para este menester, quizá la mejicana sea más elástica y permita hacer las tortillas muy finitas. Sería interesante probar con harina para pan en lugar de harina de trigo blando, a ver si la masa queda con más liga o, sencillamente, con mayor proporción de harina de trigo.



A medida que se hacen las tortillas, se van dorando en una sartén planita antiadherente (no hace falta añadir nada de grasa), un ratito por cada lado. Se van poniendo en una fuente, tapadas con un paño para conservarlas calientes y blanditas. Se pueden consumir así con fajitas o algún otro invento de ese estilo. El aroma que desprenden recuerda al de las palomitas... ñam.

Pues si en vez de comerlas tal cual queréis hacer los chips, hay que cortar cada tortilla en ocho triángulos, que se van friendo en aceite caliente. Se van poniendo sobre papel absorbente y se salan al sacarlos de la sartén. El resultado de los chips no fue todo lo satisfactorio que yo hubiera deseado, en primer lugar y como ya he dicho, las tortillas me quedaron un pelín gordas para los chips, por lo que quedaron algo blandos por el centro. En segundo lugar, usé aceite de oliva y quizá habría que usar algún aceite más insípido, porque los condenados chips absorben el aceite como si en ello les fuera la vida y el de oliva enmascara bastante el delicado saborcillo de la tortilla. La próxima vez lo haré mejor... un toque de picante les iría de perlas. Para no faltar a la verdad, cualquier parecido con los Doritos es pura coincidencia, pero de todas maneras, resultan un aperitivo curioso para cualquier fiesta.