Vino especiado

Me encanta el vino caliente con especias típico del norte y centro de Europa. Unos de mis cuñados viven en una calle perpendicular a la nuestra y tienen un vecino alemán. Recuerdo una gran nevada, debe hacer unos cinco años, que cubrió las calles por completo. Era fin de semana y salimos con los niños a pasear por mitad de la calle, sobre la nieve casi recién caída. El susodicho vecino no se lo había pensado dos veces y había salido a la calle a celebrar la preciosa nevada ofreciendo stollen alemán y vino caliente especiado a sus vecinos... charlaba con mis cuñados, así que tuvimos la suerte de que nos invitase. Justamente así es como hay que tomar el vino caliente con especias.


Esta vez he preparado el vino para embotellarlo en unas cucas botellitas y regalarlo por Navidad. Para que quedase más bonito en las botellas me he tomado la libertad de utilizar vino rosado, aunque lo tradicional es que el vino sea tinto... señores alemanes, no me lo tomen a mal, es que no tengo fundamento.



Vino con especias

• 2 botellas de buen vino rosado (sin que sea excelente)
• 2 palos de canela
• 5 clavos de olor
• 3 granos de pimienta de Jamaica
• 1 vaina de vainilla
• 4 cucharadas de sirope de ágave (si queréis poner azúcar, pues supongo que serán unas 7 u 8 cucharadas, pero también depende del tipo de vino y del gusto de cada cual)
  
• 2 cucharadas de almíbar de jengibre (facultativo, se puede sustituir por otra cucharada de sirope de ágave)
  

Se echa todo en un buen perolo esmaltado y se calienta sin que llegue a hervir. Se puede tener así una hora, infusionando lentamente. Esta vez lo dejé toda la noche reposando para que cogiera bien los sabores.

Y os preguntaréis a qué viene eso del almíbar de jengibre... bueno, la explicación es que quería utilizar jengibre confitado en un pan dulce a la par que dar salida a un jengibre del Paleolítico inferior que tenía en el congelador. Así que confité el jengibre en rodajitas en un poco de sirope de ágave... obtuve mi jengibre confitado y, tomando la idea de alguna recetilla por aquí y por allá, pues me dije que estaría bien usarlo en el vino. Qué aprovechamiento tan integral... qué barbaridad.


Entonces, si no vais a servir el vino de inmediato, lo pasáis por un filtro tipo Melitta y lo embotelláis. Se puede echar algún granito de pimienta de Jamaica de adorno. Qué ganas tengo de que nieve...