Esta es la tarta favorita de mi hijo mayor. Es que mis niños son muy pejigueritas comiendo y como aprecian tan poco mis platillos especiales, pues me hace mucha ilusión cuando les gusta alguno. Las madres somos así de gili... quiero decir, de majas. Y sí, el niño se traga raciones del tamaño que se ve en la foto, qué bien se cría él. Bueno, la receta original era de un solo chocolate, chocolate amargo, sacada del libro Café y pastas, pero el caso es que ningún miembro de la familia es especial forofo del chocolate negro y amargo... así que prefiero sustituir todo el chocolate amargo de la receta por una mitad de chocolate con leche y otra mitad de chocolate blanco. Además, así queda más bonita a la vista la tarta, qué caramba. Y los puristas del chocolate que vengan a quemarme en la hoguera... si se atreven, hombre.
Es facilísima de hacer y queda muy aparente, para impresionar a toda esa gente a la que deseáis dar envidia, que os conozco. Y se me ocurre una palabra que las abuelas usan mucho y que me parece que está cayendo en desuso: es muy socorrida. Ays, qué empobrecimiento lenguaraz. En fin, a lo mío. Que por cierto, recomiendo el libro. Tened en cuenta que es mejor hacerla de un día para otro, para que solidifique bien en la nevera. Ahí va la receta original:
Tarta de chocolate y almendrados
Base:
- 100 g de bizcochos de soletilla
- 100 g de almendrados
- 75 g de mantequilla derretida
- 450 g de chocolate amargo
- 600 g de nata líquida
- 5 cl de amaretto
- 100 g de nata líquida
- Cacao en polvo
- 6 almendrados
Y ahora pongo la receta tal como yo la hago, la base no se parece en nada, la mía es mucho más saludable y sin azúcar. La aprendí en La cocina de Babette, en el curso de dulces crudiveganos. Que sí, que el relleno de la tarta es grasa pura... pero de la buena, nata rica, rica:
Base:
- 1 1/4 tazas de almendras
- 1 taza de dátiles u orejones
- 1/8 cucharadita de sal
- 600 g de nata líquida
- 250 g de cobertura de chocolate blanco Valor
- 250 g de cobertura de chocolate con leche Valor
- A la porra el amaretto, lo odio.
- Cacao en polvo (también lo uso Valor)
El relleno no puede ser más fácil: se monta la nata con los medios que tengáis a vuestro alcance, robot de cocina, KitchenAid (¡esto los privilegiados!), a manopla, etc. Mientras tanto se pone a derretir la cobertura en un cuenco, los dos gustos por separado, claro está. Yo lo hago en el microondas, en la descongelación, y me va fenomenal. Hay que ir controlando para no pasarse, el tiempo depende de la potencia del artefacto. Ah, ¿que vosotros sois de los que usáis el microondas ná más que pá calentar la leche? Pues al baño María. Recomiendo la cobertura Valor porque viene en gotitas y se maneja y funde de maravilla, pero vale cualquier otra cobertura. No es que la marca Valor me dé comisión ni nada... aunque ahora que lo pienso... señores de Valor ¿a qué están esperando? ¡Soy una madre de dos shurumbeles!
Una vez montada la nata, se divide en dos partes que se ponen en cuencos distintos. En cada cuenco se añade la cobertura derretida y se mezcla bien, sin miedo, que no importa que la nata se baje un poco. Cuando está todo bien mezcladito se saca la base del frigo (¡que tenía que estar dentro, indolentes!) y se vierte el color que más nos guste. Yo suelo poner el oscuro abajo, manías. Se alisa la superficie y al frigo otra vez, por lo menos un cuartito de hora para que cuaje lo suficiente para soportar el peso de la otra mitad sin que se nos forme un desastre. Los dos colores deben quedar nítidamente separados. Cuando la primera mitad está bastante solidificada (probad con el dedito, no pasa nada), se vierte encima la mitad restante de chocolate con nata. Se alisa bien la superficie, en la medida de lo posible, y se mete toda la noche al frigo.
La receta original acaba la tarta con un espolvoreado de cacao en polvo y unos copetes de nata montada con medio almendrado encima. A mí me gusta solamente con el cacao en polvo. Con la capa superior de chocolate blanco queda muy bien el espolvoreadito de cacao puro.
Con estos sabores queda una tarta suavísima y agradable, que siempre ha sido un éxito con mis invitados, pero sois muy libres de hacerla con todo el chocolate amargo. Claramente queda muy distinta. Algún día tengo que probar a hacerla de tres chocolates: amargo, con leche y blanco... ñam.
Y con este tiempo que se acalora día a dia, a merendársela bien fresquita en la terraza, con las patas por alto...
Acabo de encontrar tu blog a través de un comentario en la cocina de Montreal.
ResponderEliminarComo me lo he pasado fenomenal leyéndote, pues como que me quedo por aquí, si no te importa.
Saludos.
Esperanza.
Por favor, cómo me va a importar! Pasa y tómate algo, jaja.
ResponderEliminarSaludos
uy como era posible que me perdiera este peazo blog, estas peazo manos y esta peazo foto (no solo del dulce no)...como era posible...ya esta arreglado, te meto en mis favoritos...me prometes un mundo que volvere...muas
ResponderEliminarhe ido enlazando y he acabado en tu blog, me gustan muchos tus propuestas, así que me quedo un rato dando una vuelta y me hago seguidora para no perderme nada ;)
ResponderEliminarSalu2. Paula
Sra. Cookemila: muchas gracias, espero verla por aquí!
ResponderEliminarSra. Paula: pasa y tómate algo! XD
hola soy azahar y tambien dando vueltas por la red he descubierto tu blog, la tarta magnifica, asi que cuenta con una seguidora mas,ademas un nombre muy curioso el de tu blog. Saludos y besos
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