Me encanta el chile con carne. Cuando mi socio y yo éramos novios solíamos frecuentar uno de esos aberrantes restaurantes de comida semirrápida pseudoamericana (¿qué queréis?... eran baratos... éramos jóvenes y necesitábamos el dinero... ejem) y yo siempre pedía chile con carne, que me servían a temperatura de cauterización en una cazuelita de barro, con una hamburguesa encima y una loncha de queso de color radiactivo. Sí, aberrante. Sí, mi paladar se ha afinado un poco con los años, lo cual no quiere decir que no me guste revolcarme en el barro de vez en cuando y comer cualquier guarrería. De hecho, ahora ese tipo de restaurante está entre los favoritos de mis hijos... tanta evolución para esto. Así que para combatir mi nostalgia de otros tiempos en que no acumulaba grasa en mi perímetro con tanta facilidad como ahora, preparo un chile con carne caserito que además de estar mucho más rico que el de aquel restaurante, tiene un añadido irresistible: chocolate.
Esta receta procede de un interesante libro de cocina publicado por Intermón Oxfam, La amarga dulzura del chocolate, aunque yo la he modificado a mi gusto. Os lo recomiendo, porque además de suculentas recetas con chocolate cuenta cosas muy interesantes sobre la explotación del cacao en el mundo, su comercio y la injusticia que sufren los productores del mundo en desarrollo. Un estupendo regalo de Navidad. Y no llevo comisión, lo juro. La adición del chocolate hace que este platillo tenga relación con el sorprendente mole mejicano, una de las salsas más increíblemente deliciosas que he probado nunca. Aún recuerdo la primera vez que la comí, en un restaurante mejicano en una carretera secundaria... imaginaos, Sicilia, 1920... no, New Jersey, siglo pasado... se me saltan las lágrimas cuando rememoro aquel picantito mole de pollo... me dejó una impresión tan indeleble que aún me acuerdo del nombre del restaurante, 12 años después: Kiki Rios... ay.
Chile con carne y chocolate
- 750 g de carne picada
- 250 g de judías rojas cocidas, con su caldo
- 1 pimiento rojo (en la receta lo ponen verde)
- 2 cebollas
- 4 dientes de ajo
- 1 bote de tomate triturado de 800 g (en la receta ponen 2 cucharadas nada más)
- 1 cucharada de ketchup
- 4 cayenitas (en la receta ponen 1 cucharadita de chile en polvo, pero yo no tenía. Con esta cantidad, que yo añado desmenuzaditas a la salsa, queda un guiso solo ligeramente picante. Ajústese a gusto de cada cual)
- 2 cucharadas de cacao en polvo sin endulzar (creo que se puede echar más, yo echo tres)
- 2 cucharaditas de comino molido
- 1 cucharadita de orégano seco
- 1/2 cucharadita de clavo molido (yo creo que esta cantidad de clavo es un poco excesiva, sobre todo teniendo en cuenta que también lleva pimienta de Jamaica, que tiene un aroma parecido)
- 1/8 cucharadita de nuez moscada
- 1/2 cucharadita de pimienta de Jamaica (mejor triturarla o ponerla dentro de una gasa atadita, porque si no luego te encuentras los granos por ahí, crunch. Y si no tenéis pimienta de Jamaica, pues no la añadís y en paz)
- 1 cucharada de vinagre
- 2 cucharaditas de azúcar (yo no las puse, no me parece necesario)
- 120 ml del caldo de cocción de las judías
- Aceite
- Sal
Manos a la obra: se pelan los ajos y se majan. Se pican las cebollas y el pimiento rojo y se fríen en una cazuela grande con el aceite necesario. Se añade el ajo al final para que no se arrebate. Yo retiro todo esto y en el mismo aceite, a fuego vivo, sofrío bien la carne picada, hasta que se dore. Cuando está bien hecha, se devuelve el sofrito a la cazuela y se añade el resto de los ingredientes: las judías (previamente cocidas con una hojita de laurel y algo de sal), el tomate triturado, el ketchup y todas las especias y condimentos, junto con el caldo. Se remueve bien el conjunto y se lleva a ebullición con la cazuela tapada. Se baja el fuego y se deja cocer despacito unos 45 minutos. Se vigila de vez en cuando para que no se pegue y no se quede sin líquido. Se añade agua, si fuera necesario. O, si no podéis resistir vuestros instintos más bajos,... pues más vino.
Finalizado este tiempo, se prueba de sal y se rectifica. Se puede servir con arroz hervido; a mí personalmente me gusta con una patatita asada en el horno... ñam. Es un plato facilísimo, que sale muy rico y es excelente para invitar a un regimiento y dejarlo KO. También viene al pelo para calentar el cuerpo ahora que ya ha llegado el fresquete... ¿quién da más?
Me he reído mucho con tu historia, jejeje
ResponderEliminarTiene muy buena pinta!
Bs!
Que hermosa foto! parece decir ven ven, cómeme!! jajaja
ResponderEliminarbesos
Gaby
Que buena tu historia, ha sido un gusto leerte, de vez en cuando hay que darse una revolcada en el barro ;-).
ResponderEliminarYo me lo pido sin chocolate y todos felices, la verdad que pinta divino.
Un beso.
Esto tiene que estar de muerte Miriam. A mi también me gusta, de vez en cuando, ir a revolcarme en el barro, jaja.
ResponderEliminarBesos!
JAja a muchos nos gusta revolcrnos enel barro de vez en cuando , pero son pocos los que tienen las agallas para reconocerlo publicamente. Yo diría que de vez en cuando eso nos hace sentir vivos.
ResponderEliminarNunca probé el chocolate en una comida, supongo que quedara bien, raro y rico a la vez. Yo picante no le pongo, no me gusta que me pique , soy como los chicos
Muy buen aexplicación y fotos muy tentadoras
Cariños
Una recetita muy interesante por laa mezcla de sabores. Intentaré sorprender a mi contrario a ver si le gusta.
ResponderEliminarun biquiño
Hace un tiempo que he visto recetas , ademas del mole, que usan chocolate en la elaboración de platos saldos.Todavía no me anime, pero viendo la foto , me dieron ganas
ResponderEliminarBesos
Guau! Pues a mí, como a ti, me encanta lo de cocinar con chocolate, ¡y me encanta el mole!
ResponderEliminarEl plato de hoy debe estar de impresión´!
B*
Que bonitos recuerdos...no me imagino el sabor del chocolate con la carne, que exótico!! las fotos son espectaculares...besitos
ResponderEliminarQue rico tiene que estar! No lo he probado en la vida, y por lo que dices, quizás debería ponerle remedio.
ResponderEliminarSolo de pensar en como eran las cocinas (que no veíamos) de los restaurantes a los que nosotros solíamos ir.... puaf!
Sra. Sara: gracias!
ResponderEliminarSra. Gabriela: tienes mucha imaginación, jaja
Sra. Kako: eso, bien de barroooo!!!
Sra. Erika: eso, no todo va a ser caviar y champán... hombre, ya.
Sra.Lechuza: pues espero que os guste, porque a mi´me encanta...
Sra. Sylvia: anímate! Cariños
Sra. Epa: pruébalo!
Sra. Mª José: pues no se nota tanto, es una de esas veces en que el resultado es más que la suma de los ingredientes.
Sra. Nùria: síi, jaja, qué horror... éramos jóvenes.
Sra. Pilar: me olvidé de ti! Os habéis tirado todas como lobas a la idea esta de revolcarse en el barro... XD
ResponderEliminarPues yo soy como tú, creo que afinado el paladar, pero también me gusta tirarme al barro de cuando en cuando.
ResponderEliminarNo he comido nunca chile con carne, pero no me importaría una cazuelita, una copita de vino y compartir charla contigo.
Besitos sin gluten.
Yo creo que hasta es necesario revolcarse en el barro de vez en cuendo :) Una plato y un relato muy chulo, como siempre. El chocolate con platos salados me encanta. Este es para probar.
ResponderEliminarbesos
Hola Miriam, pues mira, comimos en un puesto ambulante de Bruselas chili con carne porque hacía tiempo que no lo comíamos. Sin duda el tuyo le hubiera dado 1000 vueltas y más con ese detalle del chocolate que jamás se me hubiera ocurrido. Ay los recuerdos... que agradables que son.
ResponderEliminarExtraordinarias fotos.
Si ésto está tan bueno como buenas son las fotos, me apunto a comerlo y a hacerlo. Enhorabuena por el blog. LIBIA
ResponderEliminarEsa foto tiene una pinta sabrosísima!! muy bueno..
ResponderEliminarUn saludo
Jorge
www.pocohecho.com
Hola Miriam,hace tiempo que sigo tu blog, pero hoy, con esta receta, no he podido rsistrime a comentar.
ResponderEliminarLa combinación picante-chocolate nos encanta en casa. No voy a tener más remedio que copial, copial.
Besotes!!!
Sra. Zerogluten: hecho!
ResponderEliminarSra. Carmen: graciasssss!!!!!
Sr. Carlos: gracias!
Sra. Madre: graciassssss!!!!!
Sr. Jorge: gracias!
Sra. Polita: pues me encanta que te hayas decidido a manifestarte... ;-) vuelve cuando quieras!