Como decíamos ayer... tengo el atrevimiento de hacer un post sobre una receta ya preparada por los señores Webos Fritos y por mister Mercado Calabajío, toma narices. Qué atrevida es la ignorancia. Pero qué queréis, soy cansina. Y me encantan las berenjenas de Almagro. Y me las encontré frescas en mi frutería de cabecera, cuando nunca en mi vida las había encontrado así. Y necesitaba reseñar esta experiencia cósmica. De modo que tuve que comprarme dos kilos de nada, no vaya a ser que me surja un antojo de berenjenas en cualquier momento del otoño-invierno y no tenga en la despensa. Para prepararlas me he guiado por la receta de un libro que recomiendo, La cocina del Quijote, de Lorenzo Díaz (guiarse es mucho decir, porque no da cantidades). La cuestión del punto de vinagre y de sal es muy personal, a mí me gustan más bien fuertecitas. Esta es mi versión.
Berenjenas de Almagro aliñadas
- 2 kg de berenjenas de Almagro
- 1 cabeza de ajos
- 1 cucharada de cominos
- 1 cucharada de pimentón dulce
- 3 cucharadas colmadas de sal
- 500 ml de vinagre de sidra
- Aceite de oliva virgen al gusto
- Agua hasta cubrir las berenjenas
- 1 cucharada de carne de pimiento choricero (licencia que me permití)
- Se corta parte del rabito de las berenjenas y la mitad de las hojas, y se lavan (aunque las que se comercializan suelen llevar las hojas casi enteras).
- Se pone agua a hervir y cuando hierve se cuecen las berenjenas 5-7 minutos. Se sacan y se trasladan de inmediato a un recipiente con agua fría para cortar la cocción. No tiréis el agua de cocción porque se puede utilizar para añadir después al aliño. (Las pobres berenjenas pierden su precioso color en cuanto tocan el agua caliente y se ponen de un feote tono pardo-verdoso, pero nadie es perfecto.)
- Bien enfriadas, se les hace un corte a todo lo largo de un lateral.
- Se prepara el aliño majando los ajos hasta obtener una pasta, a la que se añaden todos los demás ingredientes. Yo hice trampa y metí todo, menos el aceite y el agua, en la Thermomix. Unas cuantas pulsaciones y listo.
- Se ponen las berenjenas en un recipiente de barro (lo suyo es una orza de barro, pero eso no lo tenemos muchos urbanitas) y se añade el aliño. Se pone agua de la cocción hasta casi cubrir las berenjenas y se completa con bien de aceite de oliva virgen. Aconsejo probar el aliño para rectificar, y añadir vinagre y sal si está flojo, o agua si está fuerte. Tened en cuenta que el aliño debe quedar más bien fuerte para que las berenjenas tomen suficiente sabor.
- Se dejan reposar en el frigo una semana, revolviéndolas de tanto en tanto. Al cabo de cuatro días se puede probar alguna berenjenita para comprobar cómo van de sabor y poder rectificar el aliño si fuese necesario.
- Estas berenjenas aliñadas se pueden embotar; para ello las recomendaciones que he encontrado en el libro Hecho en casa, de Lourdes March, son las siguientes:
- Llenar bien los botes para dejar el mínimo espacio posible, cubriendo bien las verduras con el adobo.
- Usar un vinagre de por lo menos 6º-7º y de buena calidad.
- Usar envases y tapas de cristal o cerámica esmaltada, que no se alteran con el ácido.
- Sacar las piezas siempre con una cuchara de madera cuando se vayan a consumir.
- No es necesario esterilizar los botes, por la acción antiséptica del vinagre, que impide la proliferación de microorganismos (yo, como soy un poco angustias, guardo los tarros en el frigorífico, aunque en teoría no debería ser necesario). También se puede mejorar su conservación pasteurizando las berenjenas, es decir, calentando los tarros cerrados al baño maría hasta 72 ºC, pero no he encontrado ninguna información del tiempo necesario para hacerlo en casa.
Las berenjenas de Almagro son un producto propio de varias localidades de La Mancha, con denominación de origen. Se recogen pequeñas y verdes, y se adoban en un aliño que suele llevar vinagre, sal, comino, ajo, pimentón dulce y aceite de oliva en cantidades variables, donde deben reposar hasta una semana antes de ser consumidas. También se preparan rellenas con pimiento. Como todas las cosas adobadas o escabechadas, son facilísimas de preparar, por lo que el arte reside en la calidad del producto y en el punto del sazonado. A mí particularmente me encantan sobre una rebanadita de pan, derramando sus colorados jugos vinagreros. Yo conocí estas berenjenas allá por la Edad Media, cuando visité Almagro, el pueblo que les da nombre (otro sitio que tenéis que visitar antes de morir, porque es precioso). Visitelo yo varias veces cuando era persona y hacía encaje de bolillos, artesanía por la que también es muy conocido. Suspiro...
¡Guau, vaya pinta tienen estas berenjenas! No había oído hablar de ellas (ignorante que es una) pero ahora has puesto en marcha un peligroso mecanismo que me lleva a perseguir un ingrediente o receta hasta que lo encuentro: ¡peligro! Jajajaja!
ResponderEliminarMuchísimas gracias por compartir, un abrazo.
Ayer vine de Puertollano y la tía de mi costi nos dió un bote, hecho por ella, pero picantonas.
ResponderEliminarGracias por compartir la receta.
Besitos.
¡¡Es verdad que ya hay!!, pues ya habrás comprobado que nos encantan, y las estamos haciendo estos últimos años porque salen muy ricas, aunque no se venden en todos lados y es mi madre, que la mujer esta aún descansando de vacaciones, quién nos los trae de un mercado que va ella todos los Miércoles cerca de mi vieja casa.
ResponderEliminarEn fin, suspiraremos por ellas viendo lo super bien que te quedaron, y esperaremos un poco mientras no las veamos.
Un saludo.
Madre mía, Miriam... No sé si me gustan más las fotos o la receta. En casa esta especie de encurtidos nos vuelven locos. Qué cosa más divina... Me copio tu manera de prepararla.
ResponderEliminarUn besote
jo Miriam... qué FOTAZAS!!!! y la receta estupenda... si tienes dos kilos deberías compartir con tus compis más queridas, o solo conmigo xD
ResponderEliminarMiriam la foto me ha eclipsado la receta¡¡ Madre mía¡¡ si estuviera abierta corría por mis dos kilos de berenjenas¡ A mi me encantan, en todas sus versiones, por lo que seguro que esta receta me gustará. Un besazo, Teresa
ResponderEliminarNunca habia visto esas berenjenas asi pequeñitas pero los encurtidos me encantan asi que es una pena que aqui al Norte no lleguen y se queden con esta delicia los del medio.
ResponderEliminarUnas fotos que no puedes dejar de mirar...
Esther
Hola Miriam,
ResponderEliminarhe llegado a tu blog gracias a su precioso nombre. Hace tiempo vi una película maravillosa dirigida por Alan Rickman y he pensado que, si se parecía en algo a la película, debería ser un lugar muy bonito.
Y no me ha defraudado. Las fotos me parecen fabulosas y las recetas están muy bien explicadas, así que si no te importa me quedaré por aquí un ratito y te ficharé para futuras consultas.
Un saludo
Laly
Qué fotos más bonitas!!! Me han encantado, sobre todo la primera!
ResponderEliminarYa las berenjenas, así preparadas, tienen que estar muy ricas también. Yo tampoco conocía esta variedad.
Saludos.
Bueno, bueno, bueno estoy salivando.Cada vez que paso por el mercadillo de los miercoles me convierto en el perro de Pávlov.Hay un puesto de encurtidos que me estimula los sentidos. Tu receta me encanta, pero como puedo encontrarlas en lata y a granel no te la copio y es que no me cabe ni un cacharrito más en la cocina...y es que me gustan los cacharritos...Un beso Miriam.
ResponderEliminarNo tienen nada que envidiar a las otras dos web, qué pintorra tienen. A mi las berenjenas me encantan cocinadas de esta manera :)
ResponderEliminarUn bso
Ohhhh, pues nunca está de más, ves? yo no las había visto nunca y ahora ya me entró el gusanillo de probarlas. De ese tamaño y aspecto las vi en Italia y no tenía ni idea de que las tuviéramos por aquí de Almagro. Me temo que me conformaré con verlas en la bloggosfera...
ResponderEliminarQué bonitas!! Nunca las había visto sin preparar.
ResponderEliminarY tu preparación te ha quedado de lo más manchega y de ponerse a la mesa con babero y todo para no preocuparse más que de disfrutarlas.
Cómo me gusta una buena conserva casera, veo que a ti este invierno no te van a faltar.
Estupendas fotos!
¡¡ Qué ricas !!
ResponderEliminarY las fotos... Me encanta cómo te han quedado. LAs berenjenas parecen auténticas joyas.
Miriam, sólo de ver las fotos, ya te entran unas terribles ganas de probar esas berenjenas. Te han quedado preciosas y como siempre con un texto que me levanta la sonrisa. Gracias por compartir. Un beso.
ResponderEliminarMe quedo en la duda, o las fotos o la receta?.
ResponderEliminarQue delicia, disfruté mucho esta entrada.
Besos!
¡Pues que quieres que te diga! No le veo ninguna indecencia que hagas una receta que tienen otros blogueros en su blog. En mi opinión, es una forma de rescatar una receta que puede haber pasado desapercibida para muchos, o que es simplemente desconocida. Además, se trata de una receta que no abunda en la blogosfera, al contrario de lo que ocurre con una lasaña, por ejemplo.
ResponderEliminarLa receta es fantástica. Yo la hice en una ocasión, hace tiempo, cuando ni tenía blog, ni intenciones de ellos, y son entretenidas, pero riquísimas.
un beso y feliz finde
¡fenomenal entrada!
ResponderEliminarMe ha hecho mucha gracia: me comré el libro de la cocina del Quijote, hace cuatro meses. Operaron a mi padre y compré un libro para él , otro para mi madres y ese para mí, para hacer más cortoslos días de hospital. Puedo decirte que fue el libro preferido de esa semana, no sólo para mí... sino también para él, con lo malito que andaba.
Ya está bien, así que le contaré que te has atrevido con una receta del libro. Gracias por modernizarla y hacer la tarea de asignar cantidades y probarla!!!!!!!!!
Ni te imaginas lo que me gustan! de pequeña viví varios años en Daimiel y en las fiestas había en cada esquina un vendedor de encurtidos con unas ollas gigantes de barro -o eso me parecía a mí, que eran gigantes- con cientos de berenjenas flotando. Con solo levantar la tapa, la boca ya se hacía agua y llegar a ese primer bocado del que saltaba jugo por todas partes dejando el vestidico de los domingos para festejar con el Ariel, es algo que nunca olvidaré y curiosamente contra más pelleja me hago más afloran estos recuerdos de chinorris:-)
ResponderEliminarMe chifla tu receta y me alegro mucho de que seas cansina. Así yo también comparto experiencia cosmica con tu frutero que en buena hora le dio por traer las berenjenillas...
Hala, qué me voy! besos
Vie do tus berenjenas dan ganas de prepararlas hoy mismo. Te han quedado del 10 ¡¡
ResponderEliminarChachi, en cuanto vaya por Madrid quiero probarlas. Espero que os fuera bonito por Galicia.
ResponderEliminarBesiños
Marina
Por cierto, a esa berenjena se le ve un cierto aspecto de "Feed me" No es por nada, yo por si acaso procuraría no cortarme cerca de ellas. ;)
ResponderEliminarEsto es ya una poesía, delicada, llena de color y fascinante. Me encantó.
ResponderEliminarBuena semana.
Qué delicdaas berenjenas y qué fotos tan fantásticas.
ResponderEliminarSaludos
a mi me encantan,pero no se encuentran tan facil
ResponderEliminarSi se me desencaja la boca es culpa tuya, eh.
ResponderEliminarTodavia no la he cerrado de lo impresionantes que son las fotos.
Deberias hacer otra entrada de como las has hecho, las fotos digo, que alucinante, me la pondria de fonde de pantalla, y la receta me parece increible, maravillosa, estupenda y creo que me llegaba hasta el olor.
de diez, te doy un 300.
besitossssssssssssssss.
Dios, qué fotos más impresionantes!!! Me he enamorao!!!
ResponderEliminarqué manjar más manjarísismo!!!
ResponderEliminarParecen deliciosas con esta receta y son taaan monas. Me quedo encantadísima en tu cocina, para aprender mucho.
ResponderEliminarMaravilloso post Miriam! He disfrutado mucho! Gracias mil y un beso
ResponderEliminarLas berenjenas me encantan, de cualquier manera... rebozaditas son mi perdición! Esta variante nunca la he probado, tendré que hacerla algún día.
ResponderEliminarBesos
acabo de descubrir tu blog y me encanta, me ha llamado la atención en esta receta que haya gente que no conozca este maravilloso alimento, soy de la mancha cerca de Almagro y las conozco y las areglo de siempre, las hago igual que has puesto tú,excepto que las atravesamos con un palito de hinojo que le da muy buen sabor
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